El
blog va bien. La cosa funciona. La gente nos quiere. Nuestros streaming en
Grooveshark, después de solo dos sesiones {hoy, miércoles [porque sí, ya es
miércoles (¡mira, mamá, muchos niveles de paréntesis!)], a las 17:00 la tercera}, se están convirtiendo
ya en míticos, gracias a las altas cotas de mierda musical que estamos
descubriendo y disfrutando entre todos. La mierda triunfa. El multiverso triunfa. La
Monja Enana triunfó, o algo parecido.
Lo
que voy a criticar, aviso por si su portada no lo hiciera ya, es puta mierda, pero también es un EP de solo seis
canciones, así que se pasará rápido. Podía haber cogido alguno de sus trabajos
más recientes, pero eso supondría habernos perdido la segunda pista, que es
fastuosa. Y haber sufrido durante más rato.
La
cosa se abre con “Cartas de amor”, una canción sobre cómo su autora recibe
dichas misivas en su buzón y piensa que se trata de un error (nosotros también
lo pensamos). La tipa canta… bueno, digamos que da golpes de voz sin ton ni
son, poniendo los acentos donde le sale del coño moreno, mientras un teclado
technochungorrio preprogramado y baterías de esas que vienen de regalo con el
Cola-Cao van a su puto rollo. Todo muy ochentero, vaya.
Vosotros
reírsus, pero esto, visto con el vídeo delante (y todo lo que os enlazo, salvo una, son directos), esto es gloria. La tipa baila
que ni Baryshnikov, y a veces hace como que nada. Y ojo, que estos tipos llevan
todo el 2014 (el último concierto fue en la Sala Siroco la semana pasada) con
ni más ni menos que Aviador DRO, que entre las muchas cosas que son, también
son el grupo de technopop más intrincado e incomprensible de la Movida.
El
caso es que llegamos a “Como Lovecraft”, el motivo por el que estoy criticando
esto. De la música no voy a hablar mucho, porque viene a ser la misma siempre,
solo que aquí es jodida e innecesariamente feliz. En serio, esto es como la
casa de la pradera en techno. Algo absurdo, cuando la letra lo que defiende es
que quiere ser como (pronunciación literal) “/lobecráf/”. Os copio la letra, de
verdad, no tiene desperdicio. Y la voz que abre esto pretendiendo ser siniestra
pero resultando nasal y sacada de un documental de Félix Rodríguez de la Fuente
lo mejora todo:
“(Hacía tiempo que
estaba convencido de ello, pero ahora creía experimentar la inminente y
terrible presencia del horror extraterrestre y vislumbrar un prodigioso avance
en los tenebrosos dominios de tan antigua pesadilla).
He comprado libros
raros que no dejo de estudiar,
con dibujos y
diagramas que intento descifrar.
Yo quiero convocar a
seres monstruosos
de tentáculos
viscosos que habitan en el fondo del mar
Porque yo quiero ser
como Lovecraft
Y mi cuerpo está cambiando,
no lo puedo evitar.
Ya no pruebo el
pescado y me quiero ir al mar.
Me pienso trasladar a
un oscuro mausoleo
y dormir entre los
muertos al lado de un vampiro estelar.
Porque yo quiero ser
como Lovecraft
Porque yo quiero ser,
yo quiero ser
porque yo quiero ser
como Lovecraft”
Por
suerte, las canciones son muy cortas. Imagínate si estos descubren el rock
progresivo, tú.
“Estrella fugaz” haría que el disco fuera peor si esto pudiera ser peor. Con unas
extrañas reminiscencias a Jean-Michel Jarre, La Monja Enana nos regala ocho
versos (literal: ocho, ni uno más) jodidamente siniestros: su nave se va a
estrellar en la Tierra, va a palmar y se le ocurre decir que será una estrella
fugaz y que le pidas un deseo. Olé tú.
Y
he encontrado una versión más espídica de esto, no sé si fan made o como
versión real en el EP. Da igual, es terrible.
Creo
que la mitad del disco es el momento idóneo para decir que su discográfica dice
de ellos que “sus canciones de techno-pop infantil y alegre, saltarín y
divertidísimo, se hacen entrañables desde la primera escucha gracias a sus
letras juguetonas y sus sonidos ochenteros. Pop burbujeante para todos los
públicos”.
Yo a esto lo llamo "technotrancepop makinero a ratos empastillao y a ratos puesto de jaco
hasta el culo". Pero llamadme raro, ¿eh?
Por
algún motivo, cuando voy a buscar “Casa de muñecas”, YouTube me sugiere que me
escuche entero el The 2nd Law de Muse.
Y ojalá pudiera, pero no, aquí estoy con este tema de terror puro, sobre una
casa de muñecas poseída y “cubierta de ectoplasma”. Seguimos con la música
mierder de siempre.
El
terror, por cierto, es por la canción en sí, no por el asunto de que trata. Y
yo sigo flipándolo con el bailecito de la cría y lo surrealista del tío del
teclado a su rollo.
“Por amor al arte” creo que lo compuso un señor epiléptico que pasó demasiadas horas
en discotecas de Ibiza y jugando al Pac-Man. Y tenía traumas infantiles de que le obligaban a pintar
y lo odiaba porque quería ser contable, o algo. Lástima que no quisiera ser
músico de verdad, porque hay que tener muchos huevos para rimar “gouache”,
pronunciándolo como sale de la minga, claro.
¿Y
la señora esta, mientras baila chungorriamente y “canta”, hacia donde mira?
¿Hacia R’lyeh?
El
tema que cierra este esperpento, "Bajo tierra", es realmente tétrico. De verdad. Que va sobre
como el/la está encerrado bajo tierra (por movidas nucleares, o algo) y no
puede salir. Ah, y sucedió hace mucho tiempo, cuando su abuelo era joven. El
caso es que esto. O sea. Esto. Estos versos: “Para no estar solo y tener compañía / me hicieron un robot. / Ahora se
ha quedado sin baterías / y no me da calor”.
Yo
eso lo entiendo muy mal. Será porque "soy un sujeto de investigación científica”.
Pero
que esto se ha acabado. Ha cambiado mi vida, desde luego. Para mal. Es tan
grotesco que todavía estoy en shó, como cuando te metes al agua recién comío y Cthulhu aparece y te corta la digestión.
Para mí que esto en realidad es tan malo de manera voluntaria y se están riendo de nosotros.
Para mí que esto en realidad es tan malo de manera voluntaria y se están riendo de nosotros.
Allez-y,
mes ami!
Buenos
días technotrancers, y buena suerte.
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¿Tengo
que escuchar esto?: sí, pero solo en nuestros estrímin makineros.
Si
solo tuviera que escuchar una canción: “Como Lovecraft”, por supuesto. No hay
color.
¿Dónde
debería escuchar esto?: a la primera pregunta me remito.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: qué coño, ahora te me escuchas un rato Dr. Bombay
y su “S.O.S. – The Tiger Took My Family”. No tiene mucho que ver, pero verás
que risas.
A mi también me gusta mucho más "Un cadáver que abre un ojo", dónde va a parar.
ResponderEliminarNo es muy difícil superar esto, la verdad...
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