¡Hemos
vuelto! Asín en plan con ganas, para celebrar el sexto aniversario, que fue
este nuestro bonito lunes 16 de noviembre. Hasta hemos subido un vídeo para celebrarlo. Y ahora crítica. Toma ya.
Tengo
pendiente una reseña de un disco que me pidió Alicia (¡hola, Alicia!), ganadora
de un miniconcurso improvisado al haber acertado el motivo de que hiciéramos el
streaming diario durante la semana pasada. Llegará. Pronto. I promise.
De
momento, con todo, os traigo un disco inflexivo (esa palabra no sé ni si existe) en la carrera de Nacho. La zona sucia, que tiene ya sus cuatro
añitos y medio bien envejecidos, fue lo primero que lanzó con la discográfica
propia que se montó (tras dejar atrás Limbo Starr), y al parecer, lo último en
esa etapa del Nacho más lánguido y agostado. A partir de entonces, los dos
trabajos que ha lanzado (el EP Cómo hacer
crac, este mismo 2011, y el LP Resituación,
a mediados de 2014), han vuelto el rostro a una tónica mucho más contestataria
y de activismo sociopolítico. Está por ver si es una tendencia al alza, o ha
sido un simple descanso del dolor habitual.