Habitualmente,
sabemos que cuando criticamos mierda en el blog no os estamos descubriendo gran
cosa. Casi siempre son esperpentos de esos legendarios que sabéis que, por
desgracia, existen. Y, por desgracia, también a veces nos enteramos de que esos
artistas tienen una historia detrás, o algo así.
Eso
pasa con Tito MC, pues antes (y, lo más triste de todo, es que también después)
de ser el tipo aquel “que te focka la boca”, este señor tuvo una carrera no
solo en la música, sino también en el cine. Me ha costado mucho desentrañar sus
escarceos artísticos, porque no sé si las cosas que saca son singles largos,
EPs, cáncer empaquetado en vinilos o anuncios del Ministerio de Turismo y el
Ayuntamiento de Sevilla, pero el caso es que entre sus perlas, se rumorea que
tiene un caché de 30.000 € (que se dice pronto, pero es 100 veces más de lo que
cobra al mes cualquier becario de La Razón, por ejemplo) y que en un momento de
su vida, lanzó esta “maqueta improvisada” con multitud de colaboraciones (de
hecho, este señor no habla mucho en esto, lo que se agradece) cuyo título
prometía. Prometía ser mierda. Y lo es.