Llevamos unos seis meses sin publicar nada, debido a lo que voy a llamar "compromisos educativos", primero, y "hastío estival" después. Podéis echarle la culpa a Spartan George que para eso está.
Sin embargo, hace unas semanas, me enteré de la muerte del hombre que consiguió que dejara de pensar que la música en español iba a ser siempre necesariamente inferior a la anglosajona. Su originalidad, su status de pionero del rock en este idioma, su increíble habilidad lírica, fueron definitivamente únicas. George y yo estuvimos de acuerdo en que Rockrítico había de volver, aunque sólo fuera para homenajear al genio. Tras unos días de arduas negociaciones con viejos y nuevos miembros de la página, acabamos planeando una vuelta completa al blog.
En cualquier caso, vamos a lo que vamos. Gustavo Cerati, en tres discos. Adiós, maestro.
Dos años después de la separación de Soda, Cerati lanzó su segundo albúm en solitario, Bocanada, tras haber lanzado el primero, Amor Amarillo, cuando todavía seguía en la banda. Los dos últimos trabajos de Soda habían sido probablemente los más atrevidos e innovadores de su historia: el potente estallido sónico de Dynamo y el increíblemente intrépido Sueño Stereo, ambos considerados obras cumbre en su carrera.
Bocanada nos muestra, de alguna forma, a un Cerati liberado por completo: la compleja "Tabú" con la que comienza el disco es una verdadera maravilla, con sus extraños ritmos latinos y su evocadora letra, que será una constante durante todo el álbum. "Puente" es quizá la canción más recordada, un tema rock que parece perfecto para empezar cualquier show y volver al público loco.
El disco tiene un poco de todo: desde la moderna "Río Babel", con toques urbanos, hasta la electrónica "Y Si El Humo Está en Foco...", pasando por "Bocanada", que suena a tema de los créditos de una película de James Bond.
En algo más de una hora, Cerati se saca uno de los mejores álbumes en nuestro idioma de la década, un disco que no tiene que envidiar a ningún otro en inglés. Pierde fuelle al final, como es normal en un disco tan largo, pero yo diría que merece una escucha atenta, aunque solo sea por su amplitud de miras.
NOTA ACTUALIZADA 2017: 21/30
Desde hace tiempo mantengo la
idea, creo que heredada de Quixote, de que los discos de estudio tienen un
valor mucho mayor que los recopilatorios, por eso de que las canciones están
enmarcadas en su… en su “salsa”, por así decirlo, en el ámbito, momento y humor
en que fueron compuestas. Derivado de eso, por tanto, siempre he pensado
también que un disco de estudio tiene más valor simbólico por esa parte que un
concierto, por muy bueno que este sea.
Sin embargo, hace unas semanas, me enteré de la muerte del hombre que consiguió que dejara de pensar que la música en español iba a ser siempre necesariamente inferior a la anglosajona. Su originalidad, su status de pionero del rock en este idioma, su increíble habilidad lírica, fueron definitivamente únicas. George y yo estuvimos de acuerdo en que Rockrítico había de volver, aunque sólo fuera para homenajear al genio. Tras unos días de arduas negociaciones con viejos y nuevos miembros de la página, acabamos planeando una vuelta completa al blog.
En cualquier caso, vamos a lo que vamos. Gustavo Cerati, en tres discos. Adiós, maestro.
SODA STEREO - SIGNOS (1986)
Se puede considerar Signos como el primer gran disco de la banda, si bien Nada Personal fue un esfuerzo más que decente, con temas del calibre de "Cuando Pase el Temblor". El sonido de el álbum que nos ocupa, sin embargo, ha evolucionado y Soda ha conseguido encontrar su verdadero sello: una identidad dominada por la experta habilidad de Gus, Charly y Zeta, con ambientes evocadores y ganas de triunfar.
La divertida "Sin Sobresaltos" es uno de mis temas favoritos, con sus metales brincando y el potente martilleo de la batería de Charly: una canción que demuestra que Soda no se parecía a nadie más en aquella época. Instrumentalmente, "Prófugos" es una maravilla: ese riff funky y esos versos a lo Simple Minds funcionan a la perfección.
Una de las canciones que me han sorprendido un montón, aunque ya la había escuchado varias veces en el concierto de reunión de 2007, Me verás volver, es la increíble "No Existes", un tema potente que casi recuerda a los Héroes del Silencio de alguna manera extraña, casi tanto como a The Police. Este es un buen momento para recordar que Zeta Bosio es uno de los mejores bajistas que haya pisado la faz de la tierra.
"Persiana Americana" está aquí, y bueno, ya he hablado de como es mi canción favorita de Soda antes. Incluso "En Camino", que quizá sea la canción menos clásica dentro de su repertorio, es una maravilla a lo U2, lo que demuestra que la banda estaba absolutamente en la onda durante esta época.
Una verdadera obra maestra del pop de los ochenta, da igual el lugar. Casi casi de escucha obligada.
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LO MEJOR: "Persiana Americana" über alles, además de "Prófugos", "No Existes", "Sin Sobresaltos" y "Signos".
LO PEOR: No se me ocurre ninguna pega, la verdad sea dicha. Un salto claro de calidad, que pese a no tener tanta complejidad como discos posteriores, cambió el status de la banda para siempre.
NOTA: 8.75, alto.
NOTA ACTUALIZADA 2017: 21/30
LO MEJOR: "Persiana Americana" über alles, además de "Prófugos", "No Existes", "Sin Sobresaltos" y "Signos".
LO PEOR: No se me ocurre ninguna pega, la verdad sea dicha. Un salto claro de calidad, que pese a no tener tanta complejidad como discos posteriores, cambió el status de la banda para siempre.
NOTA: 8.75, alto.
NOTA ACTUALIZADA 2017: 21/30
GUSTAVO CERATI - BOCANADA (1999)
Bocanada nos muestra, de alguna forma, a un Cerati liberado por completo: la compleja "Tabú" con la que comienza el disco es una verdadera maravilla, con sus extraños ritmos latinos y su evocadora letra, que será una constante durante todo el álbum. "Puente" es quizá la canción más recordada, un tema rock que parece perfecto para empezar cualquier show y volver al público loco.
El disco tiene un poco de todo: desde la moderna "Río Babel", con toques urbanos, hasta la electrónica "Y Si El Humo Está en Foco...", pasando por "Bocanada", que suena a tema de los créditos de una película de James Bond.
En algo más de una hora, Cerati se saca uno de los mejores álbumes en nuestro idioma de la década, un disco que no tiene que envidiar a ningún otro en inglés. Pierde fuelle al final, como es normal en un disco tan largo, pero yo diría que merece una escucha atenta, aunque solo sea por su amplitud de miras.
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LO MEJOR: "Puente" y "Tabú", dos temas absolutamente geniales.
LO PEOR: Lo dicho: es largo y el final no es ni mucho menos igual de consistente que el comienzo.
NOTA: Un 7.5/10, creo que es justo.
NOTA ACTUALIZADA 2017: 21/30
SODA STEREO - EL ÚLTIMO CONCIERTO (1997)
Hay casos que me hacen desviarme
de esa idea, claro, y es lo que me sucede con este El Último Concierto, de Soda Stereo, cuyo valor y fuerza simbólica
es tan grande, sino mayor, que la de cualquiera de sus trabajos de estudio.
Como bien reza su nombre, este disco, lanzado en dos partes (y en DVD años más
tarde), reúne temas grabados durante la gira homónima que en 1997 despediría a
los argentinos de los escenarios, culminando el 20 de septiembre de 1997 en el
River Plate (de donde son la mayoría de las interpretaciones en el disco).
Desde el primer momento resulta
casi sorprendente la despedida del grupo, viendo que la interpretación que
desgranan aquí es la de un grupo en su mejor momento. La fuerza que tiene la
actuación es arrolladora: tanto de Charly a la batería y Zeta al bajo como de
los músicos invitados en los temas y, sobre todo, de Cerati, que de principio a
fin arrolla con la presencia vocal y unas guitarras de infarto (yo muero de
placer escuchando el final de “Hombre al agua”, por poner un ejemplo así ya al
principio).
La estructura del tracklist es
cíclica: empiezan advirtiendo de una larga noche con “En la ciudad de la furia”
(cuyo “me verás volver” daría nombre lógico a la gira de reunión, 10 años
después de este concierto), y se cierra con una de las mejores interpretaciones
de “De música ligera” de toda su carrera. Entre medias, el grupo va desgranando
sus grandes temas (o al menos mis favoritos): “Canción animal”, “Lo que sangra (La Cúpula)”, “Ella Usó Mi Cabeza Como Un Revólver”, “Disco Eterno”, “Persiana Americana”… El sonido del disco tiene un punto sucio que le da gran
personalidad, deliberado, pues la interpretación y la calidad del directo ya
reitero que son de matrícula de honor.
Fue este el primer disco de Soda
Stereo que escuché, y como comentaba con Quixote cuando me dio la noticia de la
muerte de Cerati, es el único que verdaderamente controlo. Tras este vinieron
varios, entre recopilatorios y conciertos, pero para mí será siempre el más
destacado. El último.
Gracias totales, Gus.
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LO MEJOR: voy a ser clásico, y a
decir que “En la ciudad de la furia”, “Lo que sangra (La Cúpula)” y “De Música
Ligera”. Adoro esos tres temas. Pero todo el repertorio es de una calidad
impresionante.
LO PEOR: no me da la gana decir
nada malo. Hay temas que me gustan menos que otros, pero no porque sean peores,
sino porque me llegan menos y punto.
NOTA: en Rate Your Music le dan
un 4.29/5. Yo, que les quiero más, voy a darles un 9/10.
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