Necesito dormir.
No es
una queja ni nada por el estilo, es la constatación de un hecho. Llevo una vida
de locos y necesito relajarme, dejar la mente en blanco y dormir un rato. Pero
no tengo tiempo, e imagino que muchos de vosotros empezaréis o estaréis ya con
exámenes (como mis compañeros de blog y yo), así que tampoco lo tendréis. Pero
por intentarlo nada se pierde, así que desvirtuando el blog de forma ya
bastante definitiva, entramos ahora en un terreno que apenas habíamos tocado
hasta el momento: el rock electrónico. New age, y esas cosas. A ello vamos, con
tres breves sugerencias (no me enrollaré mucho) que espero que os gusten.
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Jean-Michel Jarre – Chronologie (1993)
Por
algún extraño motivo, a los franceses se les da bien la electrónica; lo
demuestran infinidad de grupos, como Daft Punk, el que os traigo hoy… y supongo
que ya, porque no conozco a ninguno más (que los habrá, seguro). El caso es que
si te gusta la música y eres hijo del gran Maurice Jarre (ganador de tres
Premios Oscar y nominado a otros cinco), el camino a seguir estaba claro… y no
en vano JMJ se convirtió en uno de los músicos de la escena new age y la
electrónica más reputados del siglo XX. Además, toca el arpa láser, y eso mola.
Aunque Chronologie no es una de sus grandes
obras (ese papel correspondería a Oxygène,
Equinoxe o Waiting For Cousteau), este trabajo inspirado en una obra de
Stephen Hawking me parece una de las apuestas más interesantes del francés, con
un solo tema, homónimo al álbum, dividido en ocho partes. Jarre combina aquí la
electrónica más pura y moderna (muy cercana a los anteriormente mentados Daft
Punk) con una ambientación propia de bandas sonoras, y en ocasiones guitarras
magníficas que suponen un flirteo con el rock electrónico, así como coros
apocalípticos unisex que dan cierto mal rollo y ganas de quemar iglesias.
La
división de los temas no está demasiado lograda, pues muchos de ellos no
mantienen una continuidad o una coherencia interna… Con lo que la partición de
las canciones puede resultar un poco aleatoria. Sin embargo, tratándose de una
obra conceptual (no me preguntéis por el concepto, yo sin letras no me entero
de nada), está claramente pensado para ser escuchado del tirón, por lo que
quizás eso sea un problema menor. Aún así, provoca una extraña dicotomía en
temas como el primer corte del disco, que tiene un inicio fastuoso del que se
despega luego por completo, flojeando bastante.
LO
MEJOR: “Chronologie (part. 2)”, brutal en electrónica y guitarras. Y “Chronologie (part. 3)”, que también tiene unos solos de guitarra magníficos, además de
parecer directamente sacada de la banda sonora de cualquier distopía cyberpunk.
LO
PEOR: la segunda parte del disco, aunque es quizás más coherente, es más floja,
y hay menos temas destacables. Y el final de “Chronologie (part. 8)” me parece
un atentado contra la humanidad
VALORACIÓN:
7/10. Como decía, no es una de las grandes obras de Jean-Michel, pero merece la
pena echarle un vistazo.
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Kitarō – Dream (1992)
Es
posible, probable incluso, que jamás hayáis oído mentar a este compositor
japonés melenudo y con cara de mala leche. Es comprensible, y sin embargo, eso
no quita para que no sea uno de los músicos más conocidos en la escena new age
desde hace años (es más, si buscas “New Age” en la Wikipedia en español, de
tres fotos que aparecen una es suya, siendo los otros dos Vangelis y la eterna
e interminable Enya).
Con casi
15 años de carrera musical a sus espaldas (no hablo mucho de ella porque
básicamente no sé nada), en el ’91 compone con Jon Anderson (de Yes, sí), la
banda sonora de una película llamada 15
Girls Adrift Story, y al año siguiente amplía y convierte esa banda sonora
en un disco de 10 temas donde sigue contando con la colaboración de Anderson.
La
división del trabajo en el disco es total: Kitarō se ocupa de la música, y
Anderson de componer las letras y cantar. Y el resultado final hay que decir
que es magnífico, con una gran conexión entre ambos artistas. De hecho, aunque
los temas únicamente instrumentales del japonés son preciosos, no pueden
alejarse de ese componente de banda sonora, algo que si consiguen las piezas en
que participan ambos, a las que resulta más fácil sobrevivir por sí mismas.
LO
MEJOR: en general, los temas con Anderson, destacando “Lady Of Dreams” y “Island Of Life”. Y sin gustarme tanto, "Agreement" también está bien.
LO
PEOR: que el disco queda a caballo entre banda sonora y rock progresivo
electrónico ambiental… La mezcla es un tanto extraña (si bien no mala).
VALORACIÓN:
8,5/10. Si Kiss The Anus of a Black Cat fueron el descubrimiento del mes
pasado, este disco ha sido el de este mes. Altamente recomendado.
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Vangelis – Albedo 0.39 (1976)
No es
ningún secreto que el griego (vaya, el artículo ha salido multirracial) es uno
de mis compositores favoritos en la historia del cine, gracias a su trabajo en Blade Runner, Carros de Fuego (¡Oscar para él!) o incluso Alexander (que otra cosa no tendrá, pero una banda sonora bestial
sí). Lo que sí es más un secreto ya para muchos es que detrás de esa fachada de
compositor para cine se esconde un artista tremendamente versátil en el mundo
de la electrónica y el new age, que se ha lucido con trabajos como el que hoy
os traigo o el inmediatamente anterior Heaven
and Hell (que no tiene nada que ver con Black Sabbath, y que Carl Sagan
utilizó como sintonía para su serie “Cosmos”). No solo eso, sino que en sus
inicios montó una banda de rock progresivo con el también archiconocido Demis
Roussos, con la que encandilaron al mismísimo Salvador Dalí, al parecer. De
tíos raros está lleno el mundo.
El caso
es que este, uno de sus trabajos más laureados, es una joya de la electrónica de los años
70, no solo por su enorme calidad, sino también por su influencia.
Contemporáneo de Jean-Michel Jarre, en esta época el francés es más experimental
y más hijo de un mal viaje de ácido (su Oxygene
lo atestigua), siendo el griego un tanto… “espacial”: todo lo que compone
parece estar hecho para una película de ciencia ficción. Y probablemente sea
así.
De hecho,
los títulos pretenden dar esa impresión, que las propias composiciones no
desmienten. “Pulstar”, “Sword Of Orion”, “Alpha”… Ridley Scott sería capaz de dirigirte
una secuela de Alien, o de Blade Runner (que con su buen hacer
fusionando universos ya viene a ser lo mismo) en base a cualquiera de esos
títulos. Y es algo que, la verdad, se agradece, porque el disco no se decide entre la electrónica pura y la banda sonora… solo que aquí, a
diferencia de lo que ocurría con Kitarō, funciona. Quizá porque no es una
banda sonora real, como con el trabajo del japonés, sino que simplemente es esa
la sensación que se transmite.
LO
MEJOR: “Nucleogenesis (Part One)” (me parece que hay un título de Muse que
apesta a éste…) mola, igual que “Pulstar”. Pero es que “Alpha” es un temazo que
tumba por tierra a todos los demás. Joya indiscutible y mi canción favorita de
Vangelis.
LO
PEOR: hay temas más repetitivos, o más flojos, como “Freefall” o “Mare Tranquilitatis”.
VALORACIÓN:
7,75/10. No es mi disco favorito, ni ne parece el mejor de Vangelis (y menos si nos
metemos con sus bandas sonoras, que son geniales), pero así y todo es un
trabajo imprescindible si te gusta el género, o la obra del griego.
Entre Kitaro y yo hay una feliz simbiosis. Mil gracias por descubrirme este grupo en su momento, Jorge. Y lo de Jon Anderson... sin palabras, macho.
ResponderEliminarAhhh, que recuerdos de ir de viaje con mis padres cuando era enano con Vangelis y Jean Michael Jarre. Con el tiempo volví a escucharlos e inclusive tengo un par de vinilos de ellos. La verdad es que son artistas con un estilo bastante peculiar y hay que saber encontrar el momento adecuado para ponerte a esucharlos. De Kitaro no había oido hablar en mi vida, la verdad, le echaré un vistazo...
ResponderEliminarCon un rollo parecido te recomiendo "The Alan Parsons Project", en concreto su disco "Eye in the sky", sobre todo por su tema "MammaGamma"
Efectivamente, Pablo, Anderson está inmenso, y en cuanto a Kitaro... Tendremos que indagar más en él, ¿no? :)
ResponderEliminarLonghinos, a JMJ y a Vangelis también los descubrí yo de pequeñajo, con mis padres... Mi padre me ponía el "Live" de Jarre, y la BSO de "Blade Runner" de Vangelis, y las adoraba, la verdad... Como dices, hay que encontrar el momento adecuado. Y en cuanto a Kitaro, conociendo un poquillo tus gustos, me atrevo a decir que te molará, sobre todo en los temas con Anderson ;)
En cuanto a APP, ¡of course que les conozco! Soy muy fan, de hecho, del "Tales Of Mistery And Imagination", que me dejó mi tío (en la familia él es el verdadero fan del grupo)... Y es cierto que tiene un rollo parecido a algunos temas de los tres de este artículo, aunque metiéndose más en lo que viene a ser rock progresivo con tintes electrónicos (también, claro, depende del disco)... Estos chicos son más new age y electrónica con tintes progresivos (o sea, a la inversa). Pero vamos, sí es cierto que el rollo que llevan es parecido en ocasiones :)
¡Gracias por comentar, a ambos!
Buah, me puse anoche Kitaro y vaya tela, me ha encantao :)
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