Aunque ninguno de los redactores habituales de Rockrítico se pasó por el Palacio de Deportes para contemplar a los Black Keys en directo, he conseguido que cierto personajillo que sí que asistió me prestara sus servicios como cronista musical a cambio de la 2ª temporada de "Breaking Bad". Este es su artículo:
¿Cómo
conseguir en apenas 2 años pasar de ser un grupo poco conocido a dar el salto y
conquistar a público de todos lados y llenar estadios? Pues trabajando durante
años en tu estilo de música y creyendo en él en todo momento esperando que
llegue tu oportunidad.
Así es como
Dan Auerbach y Patrick Carney llegaban a Madrid para presentar su último disco,
“El Camino”, con el que han dado el salto definitivo para colocarse en primera
línea del panorama musical.
El concierto
empezó con mucha fuerza, con The Black Keys queriendo meter al público en el
ambiente lo antes posible. Así empezaron con “Howlin For You” y “Next Girl”, seguidos
por “Run Right Back”, tres temas muy enérgicos que fueron tarareados por todo
el pabellón de principio a fin. Ya con el público entonado, tocaron “Same Old
Thing” y “Dead And Gone”, donde la cosa se calmó un poco tras el rotundo
comienzo… hasta que Auerbach comenzó con “Gold On the Ceiling”, uno de los
grandes éxitos de “El Camino”, donde el público volvió a entregarse a fondo.
Aquí hubo un
pequeño respiro y el primer movimiento escénico de la noche, en el que los
músicos de apoyo se van y Auerbach y Carney se quedan solos en el escenario. Llegan
3 canciones de sus primeros discos: “Thickfreakness”, “Girl Is On My Mind” y
“Your Touch”, que además son de lo mejor de la banda, con Auerbach luciéndose
con los riffs y solos y un Carney que no se queda atrás, siguiéndole en la
improvisación y los cambios de ritmo. Sin duda la parte más Blues-Rock del
concierto, y la que mejor define su estilo.
Vuelve a
entrar el resto de la banda, con todo el escenario a oscuras excepto por un
foco que ilumina a Auerbach y a su guitarra acústica; era el momento de “Little
Black Submarines”, que consigue unir en una sola voz al público y, cuando
Auerbach cambia la acústica por la eléctrica y se une el resto de la banda,
hacerle saltar acabando la canción con la energía del comienzo del concierto.
Tras esto se
sucedieron temas nuevos como “Money Maker” y “Nova Baby”, u otros anteriores
con raíces más Blues como “Strange Times”, “Sinister Kid” o “Ten Cent Pistol”;
que siguieron demostrando por qué estos dos chicos gustan ya a tanta gente.
Después empezó a llegar la traca final: primero con “She´s Long Gone”, un tema muy intenso con un maravilloso riff que puso al público a punto para la llegada de “Tighten Up” y “Lonely Boy”, dos de los mejores temas del grupo, que sonaron fantástico (como debía ser), aunque en algunas partes Auerbach metió más pedal del necesario. En cualquier caso, me encantaron: no pude evitar silbar en “Tighten Up”, ni bailar en “Lonely Boy”, pero vamos, tampoco pudo nadie en todo el Palacio de Deportes. Momentáneamente abandonaban el escenario: llegaban los bises.
Tras el
descanso, volvieron con “Everlasting Light”: un tema muy apropiado para abrir
un concierto por su “crescendo” y su melodía pegadiza, pero que tras un
descanso entró también muy bien. Volvía a salir el resto de la banda,
quedándose de nuevo ellos dos sólos en el escenario. Llegábamos al final: así
nos lo hacía saber Auerbach tras despedirse y dar las gracias. Cerraron el
concierto con “I Got Mine”, un temazo que irradia Blues por todas partes, aunque
sin perder su tremendo toque rock. Así, Auerbach y Carney, por última vez
durante la noche, se complementaron a la perfección tocando con partes
improvisadas una de sus mejores canciones, que bien merecía ser el final a una
gran noche.
En resumen,
un gran concierto que se me hizo más corto de lo que me hubiera gustado, pero
en el que tocaron todo lo que tenían que tocar a un excelentísimo nivel. Desde
luego, su mezcla de Blues-Rock crudo y potente, unido a un demostrado directo
de calidad, bien merece volver a ir a verles una próxima vez.
Heisenberg
Magnífica la crítica. Aunque, sinceramente, estos chicos nunca han terminado de entrarme... Los tengo en barbecho, ya les daré una nueva oportunidad con el tiempo :)
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