Orígenes de la música moderna (I): Blues

Me he liado la manta a la cabeza. He pensado en escribir una serie de artículos sobre el origen de la música moderna. Voy a emplear el formato de cinco canciones que emplean mis compañeros de blog, con el fin de ofrecer una panorámica lo más completa posible, sin convertir esto en una tesis doctoral.

¿Cómo es que es tan importante el Blues? Sencillo: es el padre de la guitarra de rock y uno de los pilares de la música del siglo XX y XXI. Ahí es nada. Empecemos nuestro viaje por el sur de Estados Unidos y los albores de la música moderna con el mayor referente del género: 



Robert Johnson - Sweet Home Chicago

La figura de Robert Johnson es enigmática, cuanto menos. Apenas hay datos de su nacimiento, de su vida, y de su muerte. Se sabe que pululó por el sur de Estados entre los años 20 y los años 30, se casó un par de veces, grabó unas 30 canciones en San Antonio y Dallas, ambas en Texas, y… la famosa leyenda de que vendió su alma al Diablo en un cruce de carreteras con el fin de tocar Blues mejor que nadie. La muerte del señor Johnson en circunstancias sin aclarar no hace sino avivar el mito.
 Lo que importa de la figura de Johnson es la maravillosa e innovadora técnica de guitarra de la que se nutrieron y se nutren millones de guitarristas (de la que es muestra esta maravillosa grabación). Entre otros: Jimmy Page, Eric Clapton, Keith Richards… y prácticamente cualquier guitarrista de blues rock de los años sesenta. Básicmente lo que hacían era electrificar el sonido de Robert Johnson, ni más ni menos. Y la guitarra de Rock, con R mayúscula, nació en los sesenta. Y ya sabemos todos lo que vino después de estos grupos de blues rock de los sesenta: Hard Rock, Rock Progresivo, Rock Sinfónico, AOR, Heavy Metal (con toda su legión de subgéneros) y un sinfín de diversos estilos de música, herederos de este sonido. Además de multitud de afinaciones alternativas de la guitarra (como la metalera "DropD"), y un montón de técnicas básicas de la guitarra moderna. Si esto ha sido obra del Diablo, tenemos que darle las gracias por comprar el alma de Robert Johnson.

Ah, que no se me olvide. Para que os hagáis una idea de la repercusión que ha tenido este tema, escuchad esto. No obstante, aún hay mucho más Blues que escuchar todavía...

Muddy Waters - Hoochie Coochie Man

Si Robert Johnson fue el mejor bluesman del Delta, Mudy Waters se ganó a pulso el título de “El padre del Blues de Chicago”. Cualquier músico que fuera importante en Chicago, estuvo en su banda. Además, el señor Waters destaca por haber sido uno de pioneros en el Blues y en la música en general en electrificarse. No me refiero a enchufarse a la corriente, sino a recibir con los brazos abiertos la guitarra eléctrica. Él dio origen, de alguna forma, a los conciertos a un volumen exagerado, con guitarras eléctricas centelleando por todas partes. Esa es la esencia del Rock and Roll, ¿no?

Sin embargo, volvamos a la canción en sí. Cuando cualquiera piensa en Blues, de las primeras ideas que se le vienen a la cabeza es a un tipo negro, cantando con voz grave detrás de una banda enorme, y un ritmo muy marcado del tipo “cha-na-na na-nán”. Este es el tema que le da origen, y además, uno de los que por primera vez da rienda suelta a la vena pícara del músico en la música moderna: “He´s gonna make pretty women jump and shout” (él va a hacer gritar y... saltar a chicas guapas).

Para mí, los orígenes de la música moderna están asentados en tres pilares, uno de ellos es el Blues, y los otros dos, ya irán saliendo en el blog en artículos similares. Una vez vistos los dos padres de la música del siglo XX, por la parte del blues, vamos con los tres Reyes del blues.

B.B. King – Every Day I Have the Blues

Elegancia. B.B. King es de lo más elegante del mundo, solamente superado en elegancia por pocos guitarristas y Charlize Theron, que no cuenta como guitarrista.

B.B. empezó su andanza en la música pinchando discos en Menphis (de ahí el apodo de "Beale Street Blues Boy", que finalmente se quedó en B.B.), y grabando alguna canción bajo contrato para RPM Records a finales de los años cuarenta. En los años cincuenta se labró un nombre en la escena del R&B, sin embargo, su carrera despegó (y se mantuvo bien alta hasta nuestros días) al firmar con ABC-Paramount Records el ´62, con quién grabó, entre otros, el fantástico “Live at the Regal” de 1964, que abre con esta canción.

Tenemos un tema animado de blues, con una potente sección de viento y aún más potente batería arropando a uno de los reyes del Blues. Nótese que B.B. King no toca mientras canta, de hecho es incapaz de coordinar ambas, ni quiere hacerlo. Para qué, ¿si toca tan bien? El solo a mitad de canción es una delicia melódica. Empieza muy dulce, con un fraseo fluido y haciendo silencios de forma estratégica que le dan aún más expresividad al solo. Sin embargo, a la mitad del solo la guitarra se vuelve mucho más agresiva, con B.B. atacando las cuerdas muy fuerte, pero manteniendo una dulzura y una elegancia y dulzura apabullantes, sin abusar de la velocidad. Ojalá Yngwie Malmsteen hubiera escuchado algo de este señor.

Freddie King – Hideaway

El segundo de los reyes del Blues, Freddie King, destaca por su particular técnica de mano derecha (tocaba con los dedos, sin púa, sobre todo con el pulgar), y por ser más rítmico que los demás guitarristas presentados en este artículo.

El tema en cuestión es un instrumental de dos minutos y medio, en la que este rey va improvisando sobre una base de blues de toda la vida (batería y vientos), eso sí, con un par de riffs muy definidos. Una auténtica perla del blues.

Tuvo también una amplia y exitosa carrera musical entre 1952 y 1976, año en que falleció, sin embargo por lo que más destacó fue por la demoledora influencia que tuvo en los guitarristas de blues de los años sesenta. En concreto un británico que versionó este mismo tema… y lo hizo suyo.

Gracias a esta canción, y al disco en el que estaba (“Bluesbreakers With Eric Clapton”), un Eric Clapton de 21 añitos se ganó las pintadas del metro de Londres que rezaban “Clapton is God”. El guitarrista que escribe esto está de acuerdo, y va a empezar a tocar el ukelele en vez de la guitarra...

Albert King – Born Under a Bad Sign

Concluimos con el último de los reyes del blues, Albert King. Este guitarrista tiene un fraseo casi igual de elegante que B.B. King, sin embargo, cambia la dulzura de B.B. King por un sonido más penetrante y agresivo, más cercano a la energía pura de Freddie King. Es un intérprete único y un gran solista, en ambos sentidos. Le llamaban “el Bulldozer de Terciopelo” por algo (medía metro noventa, y pesaba 120 kilos). 

Albert King tuvo una dilatada carrera musical, llena de éxitos, sin embargo, algo más tardía que los otros dos reyes. Su primer disco, del mismo título que esta canción es del ´62. Tuvo también una gran influencia en guitarristas posteriores como Eric Clapton, Mike Bloomfield o Jimi Hendrix (este último, la única guitarra no Stratocaster que usaba era una Gibson Flying V, la guitarra de Albaert King). Ésta canción es prueba de ello: un tema muy sugerente, con una guitarra solista entrando y saliendo con naturalidad, aderezada con marcados bendings y vibratos que, al ser Albert King zurdo, hacía hacia abajo, empleando toda la fuerza de la mano. Una escucha obligada por su influencia y por su calidad.

Y aquí concluye la primera parte de “Orígenes de la música”. Las próximas entregas se irán publicando en el blog a lo largo de las siguientes semanas.

Stay tuned for more music ;)
Au revoir!
Blaze

Related Posts