A
ver, que yo tengo tres motivos para criticar este disco: el primero, que quería
reseñar algo comprado recientemente. Check. El segundo, que quería hacer algo
que agradara al psicópata de Adri, que es nuestro seguidor más querido (y
además, de paso esto le va a molar también a Eli, a la que engañamos el otro
día para inundar sus oídos en el streaming con bazofia digna de Levantar la
tapa). Check, aunque igual me apuñalan cuando me meta con Taylor Momsen. Y el
tercero y no menos importante: que Quixote está hasta los huevos de escuchar a
esta gente por culpa de Adri (pero bien que les da 3/5 estrellas en RYM).
Double check, como el whatsapp.
Y
tetas.
Esto
es un debut. Pero debut en plan LP bien. Había un debut homónimo, en forma de
EP, del que de hecho salen varios temas. Como por ejemplo, el que lo abre, “My
Medicine”. Pero espérate, que no sabéis ni quiénes son estos chicos. Hagamos
las presentaciones.
The
Pretty Reckless, alguien que lee Rockrítico. Quien seas que lee Rockrítico, The
Pretty Reckless. Aka. unos jebiatas estadounidenses de cantante fémina. Como
Paramore, o los difuntos DeadLine, pero con más huevos de metal.
Total,
que “My Medicine” es uno de esos temas que he oído mil veces por culpa de
Zlatan. La suavidad del principio sirve mucho para que Taylor se luzca a la
voz, y es una de las grandes cartas que juega el trabajo. La estructura es muy
simple, pero se va creando una división en los versos que marca un ritmo
bastante pegadizo, casi ni cantado, en las estrofas. Y mola mil. Igual se
repite mucho la letra, pero por si no os ha quedado claro, alguien ha mezclado
su medicina. Con droja.
“Since You’re Gone” la he escuchado menos veces, y me importa menos. Esto es así,
porque es un grupo al que dedico más tiempo en singles que en discos completos
(y creo que se disfruta mucho más de esa manera). Es una canción esta de mandar
a la mierda al ex, cosa que siempre está guay, yo lo apoyo. Tay Tay hace lo
mismo, y es bien. Será cosa del nombre. La instrumentación cumple, aunque la
canción es menos destacable. Quite nice, actually, pero no genial.
Todo
lo contrario es “Make Me Wanna Die”, que mola mil y no es mi favorita del grupo
porque en un rato os digo cuál es. Esto abre con una sensualidad orquestada que
no tiene nada que ver con las guitarras cañeras que entran luego. Momsen está
en uno de sus mejores momentos en todo el trabajo: aunque no me crea que esté
diciendo esto, gana mucho más con temas de amor que de ascoalmundo. Los
momentos de “Your eyes, your eyes, / I can see in your eyes” son belleza pura,
y en general todas las partes lentas de la canción (incluyendo un apoyo coral
masculino por parte de… No sé. De alguien).
Ya
lo siento, pero “Light Me Up” se me hace muy cuesta arriba. Es un canto un poco
desesperado pero que me recuerda a la parte más insoportable de lo que
podríamos llamar rock alternativo, así en plan cajón de sastre. La letra no
está mal, pero la batería se me antoja muy pobre y me sobra lo menos un
minutico. Y eso que es corta.
Para
contraponerse, otro de los temazos: “Just Tonight”. Parece que se van
alternando, lo cual está bien, porque te quedas con lo que mola y el nivel del
disco deja mejor sabor de boca. Me recuerda de alguna manera (Zlatan y Eli me van a destripar
por decir esto) al “Behind These Hazel Eyes” de Kelly Clarkson, pero en plan
mejor (y mira que yo era fan de aquella canción) y más heavy. Y
Momsen canta mejor. Y el momento que sigue:
“Do you understand who I am?
Do you wanna know?
Can you really see through me now?
I'm about to go
But just tonight I won't leave
And I'll lie and you'll believe
Just tonight I will see
It's all because of me”
Ese
momento, digo, es jodidamente glorioso.
Y
como un soplo de cierzo, tal que una enredadera, se ha acabado y ha entrado “Miss Nothing”, un tema en el que no
había reparado mucho antes, y que acabo de redescubrir. Hay campanas de fondo
al final, por algún motivo. Pero hasta ese momento, una línea de guitarra
chulísima, una batería potente, Taylor alternando entre esas dos voces (la que
reserva para las estrofas y la de los coros) con las que tan bien juega, y una
especie de canto nihilista to chungo, tú.
Igual
es solo cosa mía, pero esta crítica es un poco una mierda, ¿no? Ay, si le
importara a alguien. Yo sigo en plan fanboy.
¿Sabéis que hace mucho que no meto al azar la palabra "glauco" en nada de lo que escribo? He perdido mi toque.
“Going Down” le mete mucha caña a la guitarra inicial, que se mantiene a la hora de
cantar, de una forma que estresa. Pasaría de largo si no fuera por lo que se
cuenta, que es… Básicamente, es Taylor seduciendo a un cura mientras pide
perdón por algo que ha hecho. Algo que se nos cuenta así de pronto, cuando la
instrumentación se reduce a una percusión y una línea simple de guitarra,
acompañando a una voz que recita, más que canta: “I didn't wanna do it, Father, /but I caught him with another woman in
the bed I made him. / So I put him in a grave, / and now there's no one left
around to get me off / when I want it to drag. / The next day on the television
they identified him / by the circumsicion that I made and now I'm on the run. /
But wait, why did I have to go and kill him /when he was the best I'd ever had?”.
Y así la vida. Buen rollo.
Con
“Nothing Left To Lose” se nos devuelve el desamor, la relación rota, y eso. Lo
más original que aporta el tema es un solo de guitarra que viene de Dios sabe
donde; lo demás, nada nuevo. Pero, eso sí, los versos de “Now I’m lost somewhere, / lost between Elvis and suicide. / Ever since
the day we died, well / I’ve got nothing left to lose…” me parecen pesiosos.
“Factory Girl” me parece, con diferencia, lo peor del disco. Repetitiva como ella
sola, con una temática insulsa y superficial (el “Wait a minute, girl, / can
you show me to the party?” me ha llegado al alma), y con una instrumentación
terriblemente poco destacable. Hay palmas. No le voy a dedicar ni media línea
más. Bueno, venga, media. Pero porque me gusta llevarme la contraria.
Y
se cierra el disco con “You”, la única balada verdaderamente baladera (balada baladera como concepto existencial de vital importancia, ojo), asín en
acústico y todo. Que venga después del tema anterior recalca lo que decía mucho
más arriba: si bien Momsen puede ser dura y heavy como se le antoje, es en la
belleza donde se regodea y nos derrite más. Y aquí, con una guitarra muy
simple, unas cuerdas que orquestan de fondo, y tan solo catorce versos
brevísimos distintos (y siempre con el mismo paralelismo y variaciones), te
llega al alma. We need Taylor in our life.
Ahora
vendrían varias versiones y temas añadidos de las distintas ediciones del
disco, pero me voy a quedar a reseñar solo uno, herencia del EP anterior, y que
aparece como extra chulo para los japoneses. Y es que resulta que “Zombie” es
mi tema favorito de la banda. Y es que resulta también que la he escuchado
cuatro veces seguidas sin saber muy bien qué decir, o qué me gusta tanto de
ella. Mira, la escucháis y punto. Y si ese “I am, I am, I am a zombie, / How low, how
low, how low will you push me?” no os desgarra tanto como a mí, pues ya me
lo hago mirar.
Ah, y en acústico el tema sigue siendo igual de precioso.
Que
no ehtaban muertooooh, que ehtaban de parráandaaaa.
Quiero
decir, que esto ya tal. Me mola más como conjunto de canciones sueltas (que
tiene varios temazos) que como álbum que escuchar completo, donde se me hace
pelín pesado. No mucho, aber ein bisschen. O algo.
Allez-y,
mes ami!
Buenas
tardes (que ya he comido), y buena suerte.
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¿Tengo que escuchar
esto?: it’s your
medicine, yo man.
Si solo tuviera que
escuchar una canción:
“Zombie”. Por joder, más que nada, ya que si os compráis la edición normal del
disco no está.
¿Dónde debería
escuchar esto?: en
una gala de la MTV, sin motivo ninguno.
Me ha gustado, ¿dónde
hay más?: si te ha
molado, escúchate el Fallen de
Evanescence, y el Riot! de Paramore.
Y si no te molan, será porque no tienen mucho que ver, digo yo. O sí. O el
multiverso y la existencia entera se han tornado alfa y omega. Quién sabe.
Salva al aparato porque entrar con la cuenta me da pereza. Because of reasons. Tiene gracia que escuches a esta banda por culpa de Adri, pues se la pasé yo. Aha! Soy yo la mente maestra ese que mira todo el rato desde el fondo y no hace nada. Algo así como Thanos en el universo cinematográfico de Marvel...
ResponderEliminarEhem.
Volvamos a lo que nos ocupa. El que hace los coros es el guitarrista de la banda. Tienen un tema, 'Cold Blooded', que es un blues lento en el que ambos se lucen (y la verdad, no sé por qué no la metieron en el disco, porque mola más que la mitad de este). De hecho, es una banda que como muy bien has dicho, se disfruta más picoteando de aquí y allá qu escuchando el disco. Las canciones realmente buenas están fuera. Otro ejemplo: 'Hit Me Like a Man', tema que podría haber firmado Soundgarden si no fuera porque habla de una chica masoquista... En primera persona, lo que le da el puntazo, el morbo, la chicha, etc. Y a todo esto, un par de riffs que te tiran la ropa interior (genérica) al suelo, y una banda que sabe jugar con las intensidades.
En fin, ya lo último. Como bandas similares, tenemos a Halestorm que están bastante bien, o Crucified Barbara, que son como Halestorm pero sin baladas ñoñas de por medio. Y lo de Deadline... En fin, agradecido porque haya alguno que nos recuerde.
Saludos y tal
No te flipes, mente maestra. Tú solo eres la mariposa que bate las alas. El que hizo de acosador en el streaming fui yo.
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