domingo, 4 de diciembre de 2011
Entrevista a Huecco (1/2)
Soy perfectamente consciente de que os he prometido mil millones de veces la crítica del Led Zeppelin IV, y de que os tengo totalmente abandonados... Lo siento muchísimo, últimamente tengo un lío horrible, ya no sé ni donde ni cuando vivo... En fin, intentaré hacer la crítica antes de Navidad, mientras os dejo con la primera parte de la entrevista que le hice a Huecco (como ya subí la crítica de su último disco, no me entretendré en hablaros de él). Las preguntas, desde un punto de vista bastante técnico, son las mismas que ya le hice a Kutxi. En la segunda parte ya hay preguntas más personales, la subiré en unos días. Pero vamos, que aquí hay algunas declaraciones que van a levantar ampollas, seguro...
El de la foto con Huecco soy yo, que luego no os creéis que conozco a esta gente... Dicho esto, pasemos a la entrevista, buenas noches y buena suerte. Allez-y, mes ami!
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P: La llegada de las nuevas tecnologías ha provocado grandes cambios en la manera de componer, grabar... que han facilitado enormemente el proceso. ¿Lo ves como algo positivo?
R: Todo cambio es positivo, porque nos desaburguesa. El ser humano tiende a acomodarse constantemente y sobre todo en su puesto de trabajo.
P: Ahora, con el auge de internet y las redes sociales es más fácil para grupos emergentes hacerse un nombre y un hueco en el mercado, pero provoca también que surjan gran cantidad de músicos o artistas que llegan a la fama sin talento real... ¿Es algo bueno o malo para la industria y los usuarios?
R: No creo que sea más fácil, más bien, es el único camino posible que tienen los grupos que empiezan, pues las grandes discográficas no apostarán por nada que tenga al menos un éxito probado en youtube, con unas decenas de miles de fans en facebook o twitter. Antes, hace años, había dinero y tiempo para "ensayar" con algunos artistas emergentes, si era una ruina luego, no pasaba nada. Hoy en día, estos grandes sellos no tienen ni ese dinero ni ese tiempo para invertir en nuevos talentos.
P: Aún a riesgo de entrar en polémica, ¿qué opinas del canon por copia privada?
R: El canon es una manera de que paguen justos por pecadores. En Alemania existe una verdadera cultura de comprar música original que en España hemos perdido hace muchos años. Aquí bajo la excusa de "cultura gratis para todos" hemos hecho del asunto sodoma y gomorra y ahora todos estamos pagando las consecuencias: el consumidor con probablemente un canon injusto, los músicos con muchos menos ingresos por su trabajo, los políticos volviendo la vista hacia otro lado a la hora de legislar y las discográficas vendiendo miles de discos menos cada año... Creo que TODOS debemos hacer un ejercicio de autocrítica y ver en qué hemos fallado. Yo no quiero trabajar gratis, porque la gente a menudo no da valor a lo que es gratis, así como cuando compro el pan, el panadero no me lo regala ni puedo robarle una barra para comer. Si deseo algo, tengo que pagarlo. Partiendo de que esto ya no funciona así en la música desde hace años, es normal que se cacen moscas a cañonazos y que salgan leyes hechas con prisas y ansiedad que perjudiquen a muchos consumidores finales. El canon es una pequeña parte de un sistema mal planteado del que TODOS somos responsables, y digo TODOS. Es muy fácil protestar bajo el amparo del anonimato de internet y llamar ladrones a unos y a otros. La culpa es de todos vosotros y de todos nosotros. Lo hemos hecho mal y estas son algunas consecuencias.
P: ¿Y de los escándalos que han afectado a la SGAE?
R: Yo soy socio porque soy compositor de mis propias canciones y hago canciones para otros artistas, escribo sintonías para programas, etc. La SGAE nació con un buen fin, que era vigilar por los derechos que el autor jamás podrá recaudar por sí solo, porque nosotros somos músicos, no gerentes, ni administrativos. La SGAE hace que nos lleguen derechos que nos corresponden por ley y que de otra manera jamás nos llegarían. Ahora bien, cuando hay gente que abusando de su posición y la confianza de los autores (porque sin nosotros NO existiría tal organización), se lucra y roba dinero que corresponde a consumidores que pagaron su canon, a establecimientos que pusieron tu música y pagaron por ello y a uno mismo porque es dinero generado con nuestro trabajo, entonces uno se siente decepcionado. Me molestan como al que más todos esos escándalos. El ladrón que roba, a la cárcel. Sea en SGAE o sea con dinero público malversado en los Ayuntamientos, que también predomina en España. El principal pecado que ha cometido la SGAE es que NO ha sabido comunicar bien prácticamente nada en todos estos años a la gente. Ha habido un hermetismo desde dentro que ha hecho que todo esté bajo sospecha constante. Y como cuando el río suena, agua lleva, pues al final se ha visto que gente de arriba se estaba lucrando aprovechándose de la ingenuidad del sistema. Una lástima, la verdad. Va a costar muchos años volver a limpiar esa imagen. Y recuperar esos agujeros de millones de Euros... ya ni te digo. No es mi guerra, de todas formas, tendrán que ponerse de acuerdo los que mandan.
P: Muchos se quejan de que la ley Sinde ataca al usuario como individuo, y no a los sitios que difunden contenidos de forma ilegal, ¿estás de acuerdo?
R: Insisto en que el sistema está mal planteado desde hace años. No hay que echar la culpa a un individuo o a una ley concreta.
P: La venta de discos continúa disminuyendo en nuestro país, en parte debido a su alto precio que hace que los usuarios se descarguen la música gratis. ¿Ves alguna solución al problema?
R: No estoy de acuerdo. El precio ha bajado, encuentras lanzamientos a 12€ y a 13€ que hace 2 años hubieran costado 17 o 20€. La gente se descarga la música gratis porque tiene la cultura de no pagar por la música, aunque costara 5€ se la bajaría, como hacen con las películas. Es un debate complicado porque mucha gente luego paga 120€ por un bolo de David Guetta + los cubatas de los fiestones del finde + las vacaciones a la playa con la novia o los colegas + la entrada del Seat Ibiza de turno... Nada en la vida es caro ni es barato, todo se resume al valor que demos nosotros a las cosas. La música para mucha gente no tiene ningún valor, es un bien de consumo rápido, como un Big Mac, me lo descargo, a la carpeta y luego a por otra canción. El problema ya no tiene solución, está muy arraigado en la cultura de nuestro país. Tendremos que aprender a convivir con ello.
P: ¿Y qué opinas de sitios o programas que permiten escuchar música de forma legal, como Spotify?
R: Es parte de la solución, como una estrella en el cielo, pero tampoco arreglará el problema.
P: En los últimos años (desde 2006 a esta parte), se ha visto un aumento de las ventas en formato físico, pero no de CDs, sino de vinilos... ¿A qué crees que se debe?
R: A los románticos, pero la venta de vinilos es estadísticamente irrelevante. Se venden muy pocos discos tanto de Cds como de vinilos en general. Y la venta de descargas de tonos para móvil y digitales ha caído una barbaridad también. A día de hoy las cifras son un auténtico desastre, para echarse a llorar.
P: ¿En qué se diferencia la industria musical anglosajona de la nuestra? ¿Podremos equipararnos a ellos algún día?
R: Supongo que no. No es que aquí no amemos la música, somos muy apasionados, pero Spain is different, desde el Lazarillo de Tormes, ya se sabe, si no me miran, me comeré las uvas de 3 en 3.
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