sábado, 25 de abril de 2015

Las que sean de Spartan George: cantautores en español porque sí

Yo debería estar estudiando en estos instantes nocturnos (sí, escribo de noche y publico de día), pero… bah, al cuerno. He tenido un buen día con una persona genial, y con otras también chachis he descubierto que me gusta el Jägermeister. Hablemos de cosas.

Los más veteranos del blog recordaréis que hace tiempo me hacía llamar Spartan George (ya… lo sé, no volverá a ocurrir), y que subía listas de cosas elegidas al azar porque… por qué no. Hoy he decidido hacer lo mismo, centrándome en algo que me encanta y con muy poca coherencia y mucho gusto personal: los cantautores.

Definir el término “cantautor” resulta un tanto complicado. Se supone que un cantautor compone y canta sus propias canciones, pero ahí tenemos que gente como Krahe, Sabina o Joan Baez no se cortan en versionar así con tranquilidad. Otros lo relacionan con la canción protesta, pero los que así lo hacen están más desfasados que la política de alianzas de Metternich.

Así pues, ¿qué definición de cantautor será la que usemos aquí para elegir a los artistas? ¿Qué criterio habrá para elegir quién está en la lista y quién, por bueno que sea, no? Pues básicamente, el que me de la gana. Y a ello, a elegir unos cuantos artistas sin ton ni son, dejando fuera a varios grandes, y algunas de sus canciones que me molen, y ya.

(P.D: dado que ya varias personas me han afeado la inclusión, debido supongo a que he hecho notar poco la ironía, o a que soy en exceso complicado de entender en mis gustos, he de indicar que cuatro entradas en esta lista son pura coña y no hay que tomarlas en serio. Y que por eso no están añadidas en la playlist de Yustuf que aparece al final, vaya. No voy a decir qué cuatro son, es demasiado obvio, en sabiéndolo)

Rafa Pons


Rafa no sé si debería estar aquí. Entra en mi definición de cantautor, con ese toque tan rockero, porque me apetece. Y lo grave es que apenas si conozco un disco suyo (y otros de escucha breve), pero es una verdadera pasada. Tiene un punto canalla, un punto tierno, un punto sencillo, un punto bonito, un punto de echarle huevos, y un punto de melancolía. Y eso siempre mola, porque además está madurando (en tó) muy bien.

Canciones destacadas: por decir así alguna, y todas del último disco, “Buenos Aires”, “Libertad”, “Amores binarios” o “Diles”.


Rulo (Raúl Gutiérrez)



De erres va la cosa. Y a Rulo le meto aquí porque, a pesar de la fuerza de la Contrabanda, no son pocos los cantautores que tienen detrás una banda tan reconocible. Y la figura de Raúl es tan prominente en este su proyecto actual como lo era cuando lideraba La Fuga. ¿Mola? Mucho. Tiene esas raíces de lo que yo llamo rock urbano por no llamar canalla por no llamar guarreras, que Quixote no soporta mucho. Pero a mí me mola, hombre ya. Además, tiene una melenica así como muy de ir de agostado por la vida, y eso vende.

Canciones destacadas: de su época actual, “Heridas del rock and roll” o “La Flor”, por elegir una de cada disco. De la pasada (¿os habéis percatado de que “pasado” es en realidad un participio, y no un pasado? Que me corrijan los filólogos, mientras vosotros pensáis en ello), pues “No solo respirar” o “Por verte sonreír.


Andrés Suárez



Mentiría si dijera que conozco bien a Andrés Suárez. Es que na de na de na, si os soy sincero. Me lo intentó pegar un amigo hace tiempo y me cayó simpático, pero ya (el mismo que me intentó pegar a Rafa Pons. ¡Hola, Javi! Por qué no te haré más caso...). Hace poco me lo intentó pegar otra persona (¡hola, Ana!) y… en fin. Es un tanto moñas, pero es que eso me gana. Y con apenas un disco suyo controlado, molarme me mola bastante. Para muestra, el botón de lo que os dejaré por acá.

Canciones destacadas: diré que “Imagínanos”“No me queda un abril para ti”, y me iré haciendo la croqueta.


Álex Ubago



No esperabais verle aquí, lo sé, pero es que soy un capullo imprevisible y poco serio. Mirad qué destrozo hace con un poema de Neruda y cuán feliz se queda el chico buscando planetas y tesoros.



Joaquín Sabina



Decían en un artículo de GQ que tengo en un pedestal no por su contenido, sino por lo que mola cómo está escrito, que Sabina es la medida oficial de cantautor. Y tienen razón, al menos en España. Joaquín lleva más años en esto de lo que muchos de los lectores llevaréis vivos, y tan pronto te canta a la botella como al desamor, a los maleantes o a lo bonita que es Madrid. No se puede decir mucho de él que no se haya dicho ya, no se puede descubrir gran cosa nueva. Pero, coño, aquí tenía que estar, no hay otra. Patricia Godés dice que no es para tanto, pero tampoco nos interesa mucho la opinión de Patricia Godés, después de haber leído su monográfico de Alaska y compañía y de saber lo mucho que le gusta la palabra "carpetovetónico".

Canciones recomendadas: y yo que sé, tío. “Pongamos que hablo de Madrid”, por supuesto, y además en este directo insuperable del '86. “Calle melancolía”, “Así estoy yo sin ti”, “Princesa”, “Y nos dieron las diez”, “Contigo”


El Niño de la Hipoteca



El Niño es una definición de molar que supera a todo. Ya solo eso de juntarse con Berto y Lou para cantar "contra" la marihuana es como muy de top. O lo de tocar tecnohits que bailasteis de jóvenes, no lo neguéis. O lo de versionar a Extremoduro. Pero el Niño es que es capaz de saltar de la coña y la parodia a la balada tierna o el tema más reivindicativo. Y por si fuera poco, se junta con otros artistas maravillosos (por ejemplo, y de este mismo artículo, con Rafa Pons) que me hacen pensar que su Operación Guitarra es una de las mejores cosas que le haya pasado a la música en español en muchos, muchos años. Bueno, y él, en general, que por algo es uno de mis artistas más queridos.

Canciones destacadas: ahum… “Que te vaya bien” (sublime esta versión con La Pegatina), “Romeo y Julieta” (mi más mejor favorita durante mucho tiempo), “Efecto búmeran”, “África”“Lloran tus ojos tierra”“Y bailó una eternidad”“Pasando página”… ¡Tié tantas!


Paco Pil



Si no esperábais ver aparecer por aquí a Paco Pil, me decepciona vuestra poca confianza en mis (inexistentes) capacidades mentales. Pero vaya, hagáis lo que hagáis, nunca molaréis tanto como él, que es capaz de hacer techno y meter un banjo de por medio.

Canciones destacadas: pues “Johnny Techno Ská”, por supuesto. Energía Positiva fue un disco que te pasas, ¿eh?


Javier Krahe



Javier Krahe fue el gran olvidado en la lista aquella de GQ, y eso es algo que nadie les perdonará jamás. Espero, porque es imperdonable. Krahe es esa persona que cocinaba crucifijos y cantaba canciones de Brassens antes de que Varg Vikernes pusiera de moda quemar iglesias. Tiene aspecto de marinero, o de abuelo majete, pero que no os engañe, porque es tan cabroncete como bella persona, y tiene un alma lúcida e incisiva. Y una ironía que te pasas. Cuando se juntó con Sabina y Alberto Pérez en los albores de la canción escandalosa (lo siento por Paracelso y Kaka DeLuxe), la televisión española explotó de gozo. Y es que, como decía Sabina, "Krahe es un lujo que este país no se merece".

Canciones destacadas: “Un burdo rumor”, “Marieta”, “Villatripas” o “La hoguera” son fantabulosas. Y me río mucho con esta versión de “Cuervo ingenuo” que hizo con Pablo Iglesias los dioses saben por qué.


Leonardo Dantés



Leonardo Dantes podría ser el último gran poeta vivo de nuestra generación. O de la anterior. O de la futura. De la que sea. Su pluma es sutil, sus versos delicados, su humor finísimo, y su elegancia en la escena inconmensurable. Probablemente pocos artistas hayan logrado un entendimiento tan profundo de la psique humana como lo consiguió él, este artista que cantaba a la homosexualidad y la tolerancia cuando la sociedad aún no estaba preparada para ello y no se había puesto de moda. 

Canciones destacadas: El baile del pañuelo o “Tiene nombres mil son temas dignos de los mejores románticos del XIX.


Silvio Rodríguez



Si no metía en este artículo al gran Silvio, probablemente uno de los próximos artistas de la lista habría dejado de hablarme, y con razón. El cubano está entre los más grandes intérpretes de la música en español, y verle coger una guitarra o un piano (tenga la forma que tenga) siempre es un gozo. Con una suavidad melódica que pa qué y una voz muy característica, sus composiciones no dejan indiferente a nadie que tenga alma. Si no os emociona, deberíais hacéroslo mirar. Además, a mi madre le apasiona y de vez en cuanto me canta temas suyos, y no hay nada mejor que eso.

Canciones destacadas: siempre he sido demasiado fan de “Unicornio” y “En el claro de luna”.



Chayanne


A ver qué os va a pasar a vosotros con Chayanne, que me mosqueo, ojocuidao.

Canciones destacadas: “Salomé” mola muy del todo. 


Jose Negrete



Espero que si para alguien no resulta este el gran descubrimiento de la lista, se deba a que ya lo conocíais de antes. El señor Negrete, viejo amigo de esta casa (como me gusta usar esa frase), con el que realizamos nuestros podcast en vídeo, es uno de los más grandes cantautores que hayan puesto un pie en el Internes, que le ha dado mucha menos fama de la que merece. Su preciosa voz y capacidad para versionar temas fantásticos solo queda encumbrada por la lírica y la belleza de sus propias composiciones. Y si no, que se lo digan a este concierto en streaming que improvisó un día sin peinarse siquiera porque así mola él (y donde, por cierto, versiona entre otros al gran Silvio y a Aute, de paso).

Canciones destacadas: “Sin ánimo de ser vulgar”, “Marte”, “Romance del conde Olinos”, “Bandadas de verdades”, “Uno de estos días” (canta Manolo Ramírez, pero la composición es de Jose, y todos están fantásticos), “Pedro Pika Piedra”… Y muchísimas más. No dejéis de investigar lo propio y los covers.


Nacho Vegas



¿Vosotros creéis que hay dolor en vuestra vida? No tenéis ni puta idea. Para sufrimiento el de Nacho, ese alma perdida dependiente de Townes Van Zandt que decidió escribir su epitafio y canción de despedida cuando contaba tan solo con 31 años. El asturiano tan pronto te deprime con un romance tradicional en asturiano, como te deprime con un cover de Dylan o Van Zandt, o te deprime con una composición suya propia. El caso es que te va a deprimir, porque probablemente, y si dejamos al margen lo que supone el escuchar el nuevo disco de Alejandro Sanz, no hay nada que defina mejor el dolor que su discografía. Y creedme, es una extensa, y muy perfecta, discografía.



Y hasta aquí un poco todo, paréceme a mí. Y eso, ¿no creéis vosotros? Ya sabéis que las recomendaciones molan, y si os he abierto los ojos y los oídos (metafóricamente), me hará incluso más ilusión que si lo hubiera hecho literalmente.

Ah, de camino al dejar por aquí los enlaces, cosa que me ha llevado mucho rato porque son un huevo, he creado una lista de reproducción en el Yustuf, por si alguien quiere escucharse del tirón todo lo recomendado en el artículo (al menos lo serio). Y tal.

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