Green Day – Awesome As Fuck (2011)

Ya hemos hablado en alguna que otra ocasión en este blog (más concretamente, en una batalla de bandas) de los archiconocidos Green Day. Gamberros, punk, frescos y juveniles, se formaron tal y como hoy los conocemos en 1990, cuando Al Sobrante (baterista) fue sustituido en el grupo por su amigo Tré Cool, que se unió a los ya presentes Billie Joe Amstrong (voz y guitarra) y Mike Dirnt (bajo y coros). En un principio, al formarse en ’87, se llamaron Sweet Children; en el ’89, antes de sacar su primer EP, se cambiaron el nombre a Green Day. Desde entonces, todo les fue viento en popa; ocho discos de estudio, cinco directos, cinco premios Grammy (uno de ellos por su disco “debut” con una gran discográfica, “Dookie”, otro por la ópera rock “American Idiot” y otro por su último trabajo, “21st Century Breakdown”), una adaptación en Broadway de “American Idiot”, apariciones en la película de Los Simpson, acusaciones de plagio y de ser unos vendidos… Lo típico, vamos. La revista Rolling Stone les considera el mejor grupo punk de la historia, y Kerrang! dijo de ellos que era el segundo grupo más influyente de los últimos treinta años, solo por detrás de Metallica. Exageraciones al margen (en el primer caso, y teniendo de fondo la discusión sobre si son o no realmente punk, dudo que debamos olvidarnos de Sex Pistols; y en el segundo, se pasan por el forro, literalmente, a gente como Guns N’ Roses, Nirvana o Radiohead), lo que está claro es que son un grupo que gusta y vende, vende y gusta. Y que se merecen una entrada en este blog.

Por otra parte, será la primera vez que haga la crítica de un disco en directo, así que ruego seáis compasivos con ella. Al grano. “Awesome As Fuck” es su segundo disco en directo, grabado en Tokio en 2010. Antes que nada, por si alguien conoce el disco, debéis saber que hay dos versiones diferentes del álbum: la primera, en DVD, está grabada en dos conciertos que el grupo realizó en Tokio; la segunda, en CD, está compuesta por interpretaciones en directos en todo el mundo, pertenecientes al 21st Century Breakdown World Tour. Para hacer la crítica he decidido hacer uso de la primera versión, aunque sea el DVD. ¿Por qué? Pues en primer lugar, porque me parece más coherente. Y en segundo, porque el tracklist me gusta más.

Dicho esto, el concierto comienza como ya es costumbre para ellos, con “21st Century Breakdown”, una canción que, si bien en su día no me gustó nada, hoy acepto y celebro como cualquier otro de los éxitos del grupo. Una guitarra acústica da comienzo a un tema que seguirá el esquema Green Day más clásico de principio a fin: sencillez, estribillos pegadizas y letras compuestas por Billie Joe, criticonas a la par que buenas (el primer verso, “Born into Nixon I was raised in hell”, me parece bestial). Ya aquí nuestro Billie comienza a demostrar lo que vale como frontman, permitiendo al público que cante con él mientras la canción se va acelerando, y mostrándose más cercano a ellos imposible, sobre todo con el momento épico del final, al estilo “We are the champions” (que ya versionaron en alguna ocasión, por cierto), y con un verso final emotivo con gallo incluido (normalmente esto sería motivo de crítica, pero personalmente, me gustan esos errores: le dan personalidad al directo y confirman por completo de que no se está tocando en playback cosa que, dado la calidad de su actuación, podría parecer a veces). Sin interrupción en la música comienza “Know Your Enemy”, otro tema de su último trabajo, más sencillo y coreado todavía que el anterior, y bastante acelerado, si es posible, con respecto a la versión de estudio. Para hacer los complejísimos coros (algo así como “Oeee oee!”) Billie obliga a salir a un asistente de entre el público y se pone a cantar a su lado; cuando ha terminado, le arroja, literalmente, a las fieras, y le obliga a saltar sobre la marea de gente. La música se va apagando, Amstrong grita “Konichiwa, Tokio!”, se pone a interactuar con el público al estilo Freddie Mercury y da paso a “East Jesus Nowhere”, un tema noventero al que sacan más jugo que a los anteriores. Las guitarras comienzan a ser más cañeras e interesantes, y los coros tienen más presencia. Durante un momento, la batería se apaga, queda solo la guitarra y, como acostumbran a hacer en este tema, Billie Joe saca a otro “voluntario” del público (a este le elije porque va con una de esas chaquetas que te hacen parecer un esqueleto… A todo esto, mientras tanto, Tré Cool se levanta de la batería y saca una linterna con la que se pone a buscar posibles objetivos entre el público) y se pone a cantar con la mano del fan apoyada en la frente… Silencio total, explosión pirotécnica y musical, y acaba la canción (previamente, eso sí, obliga también a este voluntario a saltar sobre el resto del público).

Con el sugerente grito de “Do you wanna start a fucking war?!” comienza “Holiday”, uno de mis temas preferidos del directo, con guitarras bastante cañeras, letras muy sugerentes (me encanta el comienzo “Hear the sound of the falling rain / coming down like an Armageddon flame”) y un Billie Joe sencillamente impresionante a la voz. Si parecía un tema tocado por un grupo de chavales pasándolo bien, el siguiente corte, “Static Age”, lleva esa impresión al máximo, con un estilo similar a “Holiday”, pero más fiestero y alegre, juvenil si quieres, con solo de trompetas jazzísticas incluido (de hecho, me recuerda casi más a Simple Plan que a ellos mismos… Salvo por las trompetas, que son muy del estilo de Fito & Fitipaldis). Nada que ver con “¡Viva la Gloria!”, tema que no conocía hasta que escuché este directo y primera balada del disco. Con un piano de fondo, Billie Joe comienza a dirigirse al público (las palabras también son magníficas: “I remember the first time I ever played in Tokyo… It was in 1996, and I was scared of my ass. And now it’s 2010, and I’m still scared of my ass. I just wanna say thank you, thank you, thank you very much”). Nuevamente se luce a la voz, sobre todo en esta primera parte sosegada con el piano, que dura un par de estrofas y se acelera a lo bestia con la entrada en escena del resto de instrumentos en el estribillo (cada vez que grita “¡Glooria, viva la glooria!” me estremezco de emoción, lo creáis o no). Preciosa, y perfecta para dar paso a ese himno que es “Boulevard of Broken Dreams”, de ese discazo que supone “American Idiot”. Realmente compadezco a quien no conozca este tema, sin duda uno de los mejores del rock de nuestro siglo XXI (no exagero, y no soy el único que opina así), a pesar de que algunos lo consideran un plagio del “Wonderwall” de Oasis (personalmente, lo veo más como una casualidad o un homenaje, algo así como el Canon de Pachelbel en “Basket Case”). Comienza con la acústica, para introducir al resto de instrumentos ya en el coro y es tan deprimente (por la letra “I walk a lonely road, the only one that I’ve ever known”, y por una instrumentación pesada y machacona) como lo ha sido siempre.

Las guitarras distorsionadas cierran para abrir luego con “Burnout”, otro de sus temas clásicos, este de los 90 (cosa que se hace notar bastante), y que recuerda a esos Green Day de “Basket Case” o éxitos similares. Rapidez, rapidez, sencillez y más rapidez, en eso se puede resumir la canción. Casi ni te enteras de que la han tocado cuando ya ha terminado. “Geek Stink Breath” que, con un título tan raro, pensaríamos que tiene que ser buena a la fuerza, sigue en la misma línea, más “pop” si se quiere, que la anterior, sin nada que la haga especialmente destacable. “Welcome To Paradise” recupera esa vena punk noventera, la “anima” un poco y mete la denuncia social cada vez que puede (“Pay attention to the cracked streets / and broken homes; / some call it the slums, / some call it nice. / I want to take you through a wasteland / I like to call my home: / welcome to paradise”). La guitarra y el pedal de efectos destacan más, y la música se acelera, pero la canción no cambia en esencia ni un ápice. Antes de abrir otro de sus temas más conocidos “When I Come Around”, juegan por un momento con un público al que tocan (y que corea) “A little night music”, de Mozart. El tema, nuevamente, sencillo y pegadizo, sin mucha complicación, pero coreado por todo el público, al que Billie Joe deja cantar a placer. Curioso, y desde luego nada predecible es la siguiente canción que tocan: ni más ni menos que un cover de “My Generation”, de “The Who”. Como todo lo que hacen, gamberro, ligeramente acelerado y más durillo que el original a la que, sin embargo (todo hay que decirlo), no llega a la suela de las zapatillas. Siguen luego con “She”, una especie de balada acelerada que suaviza un poco el ambiente para otro de los platos fuertes, “21 Guns”, la balada (esta sí, en toda regla) por excelencia de su último trabajo. Nuevamente, música lenta que va ganando en instrumentación y se vuelve más cañera, letra bien construida y, en este caso, estribillos coreados a voces por el público, que le restan protagonismo a la voz de Billie Joe, preciosa, aunque no lo parezca, en este tipo de temas, sobre todo justo antes del solo de guitarra (que viene seguido de otro solo, de piano esta vez, sobre el que Billie Joe vuelve a lucirse).

Sin que pare la batería en ningún segundo (parece que al pobre Tré Cool se le van a caer los brazos), Amstrong grita “Are you ready for one more song?” (cuando en realidad serán tres), juega a lo Freddie con el público, y comienzan a tocar “American Eulogy”, una canción en dos partes realmente rápida (sobre todo a la hora de cantarla) y ágil, que fue un auténtico descubrimiento para mí (especialmente cuando Billie Joe canta “Nobody likes you” o insiste “Mass histeria”, mientras el coro y el público gritan “I don’t wanna live in the modern world”). Muy, muy, MUY noventera, a pesar de ese toque a lo ópera-rock que tanto les ha caracterizado últimamente. Pura ópera-rock sí que será el siguiente tema, otro de los himnos del grupo, “Jesus Of Suburbia”, que tocan íntegro en sus 10 minutos de duración, y que es perfecta desde el primer momento (con esos maravillosos versos “I’m the son of rage and love, / the Jesus of Suburbia / from the bible of none of the above / on a steady diet of soda pop and Ritalin /no one ever died for my sins in hell / as far as I can tell / at least the ones I got away with”, seguidos inmediatamente por el estribillo “And there’s nothing wrong with me, / this is how I’m supposed to be; / In a land of make believe / that don’t believe in me”, o ese “I don’t care if you don’t, I don’t care if you don’t, I don’t care if you don’t care!”) hasta el último. La versión, especialmente buena, ligeramente acelerada (como todo en sus directos, no entiendo muy bien por qué), con un Mike Drent inigualable en su solo de bajo, un Tré Cool fabuloso a la batería y un Billie Joe que, esta vez sí que sí, se luce en los registros diametralmente opuestos de esta canción, donde pide también a menudo la colaboración del público, que no se hace de rogar en ningún momento.

Después de esta auténtica inyección de adrenalina, maravillosa, el grupo desaparece al completo del escenario, dando por terminado el concierto, pero un segundo después Billie Joe vuelve a salir con una acústica, un foco de luz le apunta… y toca, como no podía ser de otra forma, “Good Riddance (Time Of Your Life)” canción que, como ya comenté en aquella batalla de bandas, se ha convertido en mi favorita de Green Day. Una balada sencilla, bien construida, preciosa y emotiva… Creo que no se puede pedir más para un final redondo.

Con esto, por hoy, me despido, que además estoy que me caigo de sueño y con una lectura de Murakami pendiente. Por cierto, si estoy tardando en hacer caso de las peticiones es porque se me ha agotado el Spotify este mes, así que tengo que tirar de Youtube o de descarga. Pero tranquilos, que poco a poco todo se anda, a ver si subo la de “El crisol”, de Skunk D.F. pronto. Allez-y, mes ami!

¡Buenas noches, y buena suerte!

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LO MEJOR: “Boulevard of Broken Dreams”, “21 Guns”, “Jesus Of Suburbia”, “Holiday”, “Know Your Enemy”, “21st Century Breakdown” (no necesariamente pore se orden), y, por supuesto, “¡Viva la Gloria!” y “Good Riddance (Time Of Your Life)”. Básicamente la mitad del concierto.

LO PEOR: volvemos a lo de siempre, la repetitividad, en este caso acentuada por ser un grupo con “raíces” punk (por no decir directamente punk rock). No hay nada especialmente malo en el disco, todo cumple con creces.

VALORACIÓN: 9/10. Un directo enérgico, fresco y de gran calidad, que sabe equilibrar temas nuevos y clásicos de la trayectoria de este maravilloso grupo. Personalmente, incluso le daría algo más de nota...

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Green Day - Awesome As Fuck (concierto completo)

Green Day en Los Simpson (siento la malísima calidad, pero no he podido resistirme a subir esto, siendo las horas que son)

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