martes, 11 de junio de 2013

Supertramp - Crime of the Century (1974)



Ahora que las aguas de los exámenes ya se han calmado, vuelvo a tope a criticar aquí. Además, para los no enterados, voy (o vamos) a hacer un broadcasting en Grooveshark cada lunes a las 18:00, poniendo las canciones que me apetezcan y/o me propongáis. El link es este.

Y ya que vuelvo, qué mejor que celebrarlo con uno de mis discos preferidos de todos los tiempos: "Crime of the Century", de Supertramp.



Supertramp es una banda británica que se adhirió relativamente pronto al rock progresivo, aunque también empezó a desviarse enseguida. "Crime of the Century" es un disco que pertenece a ese género de forma bastante tangencial, porque el sonido de la banda siempre ha sido muy marcado, parecido a lo que pasa con Pink Floyd: tienes todos los componentes para llamarlo "prog", pero en el fondo es algo muy distinto.

El caso es que nunca, con la posible excepción del "Breakfast in America" de cinco años más tarde, han estado los talentos de Roger Hodgson (voz, guitarra y teclados) y Rick Davies (voz y piano) tan bien aprovechados. A pesar de ello, el grupo no estaba en su mejor momento financiero. Tras los fracasos comerciales del álbum epónimo de debut (1969) y de "Indelibly Stamped" (1971), todos los miembros del grupo se marcharon, excepto Davies y Hodgson, así como el mecenas holandés Stanley Miesegaes. Cuenta la leyenda que tuvieron que pedirle un préstamo al mismísimo Chuck Berry. Pese a todas esas vicisitudes, Supertramp consiguió hacer una obra maestra.

El comienzo es memorable, esas notas de armónica que dan paso a "School". El tema pone de manifiesto la gran habilidad de la banda para empezar una canción y acabarla de tal forma que parece otra cosa completamente distinta, en este caso con esas aportaciones del wah-wah de Hodgson y el solo de piano de Rick Davies.

"Bloody Well Right" (por algún motivo es poco menos que imposible encontrar vídeos en internet de los temas originales, así que algunos serán directos, como este) empieza con otro solo de teclado, pero pronto se convierte en lo más parecido a rock duro que Supertramp nos puede ofrecer. El estribillo, sin embargo, es mucho más calmado, con el coro dando respuesta a las frases de Davies. El siguiente tema, el maravilloso "Hide in Your Shell", es una especie de "mainstreamización" del sonido de Yes, gracias en parte a que las voces de Hodgson y Jon Anderson coinciden bastante en registro. En ambos temas, el saxofón del gran John Helliwell goza de un gran protagonismo.

Un precioso piano abre "Asylum" (este vídeo ya es directamente diabólico, pero es lo que hay), que es en cierto modo la típica canción de Davies, como lo sería "From Now On" (que es bastante similar) en "Even on the Quietest Moments" o, en menor medida, "Another Man's Woman" en "Crisis? What Crisis?". Es una canción genial, con un estribillo perfecto resaltado por la orquesta. La sigue uno de los mayores clásicos de la banda, y también el tema más vendible del álbum, "Dreamer", con su tecladito casi irritante y la caracterísitca voz aguda de Roger Hodgson.

"Rudy" (un directo reciente, sin Hodgson) es la canción más larga del álbum y probablemente mi preferida: comienza siendo un tema algo bluesy (típico de Davies, de nuevo), y en sus siete minutos pasa por todas las fases del mundo: el típico falsete, violines amenazantes, tranquilos pianos, guitarras funk y Mozart, así porque sí... Una verdadera suite progresiva en toda regla.

"If Everyone Was Listening" es probablemente el tema menos interesante del álbum, un poco Elton John, basado en el piano y en el que la voz de Hodgson es bastante menos exagerada que de costumbre. Resulta curioso que en este álbum comienzan a aparecer sonidos, melodías y ambientes que se repetirán en discos posteriores (aquí tengo ecos de "Lord Is It Mine?" y de "Fool's Overture", por ejemplo).

El álbum se cierra de manera perfecta, con "Crime of the Century", un tema con una primera parte en la que Davies nos deleita con una sobrecogedora melodía, y un outro en el que se repiten los mismos acordes de piano con un genial solo de Helliwell, sobre las cuerdas. Una canción impresionante.

Desde luego, sin este álbum como la genialidad que es, probablemente Supertramp se hubiera acabado aquí y jamás hubiera tenido éxito. Así que aunque solo fuera por eso, deberíamos tenerlo en un pedestal.

Como sé que muchos de esos vídeos son basura, aquí está el disco entero en Grooveshark (que al final va a servir para todo).

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LO MEJOR: "Rudy", "Crime of the Century", "School".

LO PEOR: "If Everyone Was Listening" no es tan buena como el resto.

MI VALORACIÓN: *****

NOTA ACTUALIZADA 2017: 25/30
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Quixote

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4 comentarios:

  1. Menuda maravilla de álbum. En general el nivel es altísimo, pero es que "Rudy" o "Crime of the century" son joyas sin parangón. Solo conocía, por tenerlo mi padre, el "Breakfast in America", que quizás me guste más como conjunto, pero que no tiene temas que me enganchen tanto como este.

    Genial reseña, sí señor. Tendré que comprármelo.

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  2. Efectivamente es una obra maestra, desde el minimalista comienzo a lo Morricone hasta la compulsiva saturación final.
    Me encanta el blog, he encontrado maravillas ochenteras con las canciones de Quixote y críticas de discos que he disfrutado como si de la primera escucha se tratase. Seguid así, por favor, que en otras páginas se centran en las guerras de fans de la Gaga, Cyrus y demás petardas, lo horterilla, lo patrio, confundiendo todo lo que sea hardcore con calidad o encumbrando hasta la saciedad cosas excelentes pero muy gastadas.

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  3. Comentarios como este hacen que escribir para el blog valga la pena. Llevamos un tiempo bastante ausentes, con la carrera, pero cosas como esta hacen que a uno le entren ganas de publicar lo antes posible.

    Muchas gracias por pasarte :)

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  4. Este fue el primer disco en vinilo que compré. Ni siquiera conocía el grupo, ni referencias...nada. Me gustó la portada, el nombre sugerente Supertramp "Supervagabundo"; pero nada sabía de su música, de su trayectoria, crítica musical, etc. Cuando "pinché" el primer corte del vinilo y escuché el sonido de la armónica me pareció tan distinto a cualquier cosa que había escuchado anteriormente que me atrapó. Y en esa progresión de la que hablas (o como diablos se pueda calificar) en School, quedé tan impresionado que escuché el disco prácticamente sin interrupciones y pasó a formar parte de un concepto musical nuevo en mí. También es uno de mis discos preferidos que recientemente he adquirido en CD pues el vinilo no lo conservo desgraciadamente por uno de esos cambios que hacíamos entre colegas y del cuál siempre me arrepentí (creo que nos ha pasado a todos eso de dejar, cambiar o vender algo muy personal que después lamentas). En fin, por no alargarme más, un disco único y referente del rock sinfónico o progresivo.

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